Heaven se ha casado y está dispuesta a volver al barrio de su infancia. Sin embargo, después de visitar la mansión Farthinggale, sus habitantes la convencen de que se quede allí a vivir. Aunque cree tener todo lo que siempre ha ansiado, los fantasmas de su pasado no tardan en volver a aparecer, poniendo en peligro la nueva vida que tanto ha luchado por conseguir.