Se constata en todas las mediciones desde hace un tiempo: España es ya uno de los países más polarizados del mundo. ¿Puede avanzar un país polarizado o se condena al estancamiento? Mientras encuestas y estudios señalan que la polarización se dispara, la mayoría de españoles desea otro tipo de política y de discusión pública. ¿Hay en ello una aparente paradoja? ¿Cuáles son las claves?